domingo, 13 de diciembre de 2015

Aniquilación - Jeff VanderMeer








Título: Aniquilación 
Autor: Jeff VanderMeer
Editorial: Destino










He aquí una trilogía a la que me moría de ganas por hincarle el diente. No dejaba de ver reseñas muy curiosas, casi todas ellas exaltando la historia que narraba y clamando por su segunda parte cuanto antes. Además estaba protagonizada por una bióloga, cosa que por sí sola ya me había convencido para leerla. Así pues, dos años después de su publicación, me dispongo a hablaros de la primera entrega de la trilogía que ha traído de cabeza a lectores de todo el mundo. 

Sinopsis oficial
El área X es un lugar remoto y escondido declarado zona de desastre ambiental desde hace décadas. La naturaleza salvaje ha conquistado el lugar y su acceso está prohibido. La agencia estatal Southern Reach ha enviado diversas expediciones, pero casi siempre han fracasado, algunas han sufrido terribles consecuencias.Esta es la expedición número doce. El grupo está compuesto por cuatro mujeres: una antropóloga, una topógrafa, una psicóloga y la narradora,una bióloga. Su misión es cartografiar el terreno y recolectar muestras, anotar todas sus observaciones, tanto de su entorno como de sus compañeras. Pronto descubren una gran anomalía geográfica y formas de vida más allá de todo entendimiento. Mientras se enfrentan a una naturaleza tan bella como claustrofóbica, el pasado y los secretos con los que cruzaron la frontera se vuelven cada vez más amenazantes. 

AVISO A NAVEGANTES: esta es una novela muy atípica. Hablando en plata, es rara de narices. Y con esto quiero decir que no considero que sea la más apropiada para pasar una tarde de domingo aburrida a pesar de su corta extensión. Este no es un libro que ni fú ni fá: o lo adoras, o lo odias. Sin términos medios. Dicho esto, aclarar que a mí personalmente me ha encantado precisamente por lo rara que es, pero no creo que a todo el mundo vaya a pasarle lo mismo. Por poner un par de ejemplos, me recuerda a American Gods o a La música del silencio, no en cuanto a la trama ni a los personajes, sino a que todas ellas se salen de lo habitual y eso puede disgustar a muchos lectores. Ya que estamos con la sinceridad, a mí estas dos también me encantaron en su día; será que soy muy rara. 

El primer punto que desconcertará al lector es la ausencia de nombres. Ninguna de las cuatro mujeres que aparecen entre las páginas va a tener nombre propio, sino que, por motivos que se explican a lo largo de la historia, se las conocerá por sus respectivas profesiones. Me parece una estrategia muy original y una forma más que sobresaliente de captar la atención del lector desde la primera página, ya que empezará a olerse que tiene entre manos algo muy diferente a todo lo que ha leído hasta entonces. Así pues, una bióloga, una psicóloga, una antropóloga y una topógrafa se internarán en la peculiar Área X con objeto de recoger muestras que ayuden a los científicos de Southern Reach a desentrañar los desconcertantes misterios que la rodean y a descubrir qué les ha pasado a las expediciones anteriores a la suya. Aunque inicialmente las diferentes personalidades de estas mujeres parecen convertirlas en un grupo ideal, pronto la extraña atmósfera del lugar comenzará a hacer mella en ellas y a inducirles una paranoia más que justificada. Porque, ¿qué oculta en realidad el Área X? 

Sabéis que yo soy de las que se dejan atrapar por las sinopsis, que un buen resumen puede hacer que me obsesione por una historia y que, cuando por fin puedo leerla, me llevo un chasco tremendo. Dejadme que os diga que en este caso, la sinopsis se queda muy corta. No le hace justicia a la trama que oculta y estoy convencida de que es algo intencionado, puesto que es imposible resumir lo que contiene Aniquilación sin revelar detalles clave para la historia. No tengo ni idea de lo que os sugieren a vosotros esos dos párrafos, pero tened por seguro que lo que realmente esconde el libro no es ni remotamente parecido. 

Jeff VanderMeer escoge a la bióloga (¡bien!) como narradora de su historia. A través de su diario viajaremos junto a las cuatro expedicionarias por el Área X, seremos testigos de sus descubrimientos y sus rencillas, sentiremos su desconcierto, su miedo, su ansiedad, en nuestra piel. Haciendo uso del recurso del diario, el autor aprovecha para introducir pasajes de la vida pasada de la protagonista para así poder conocerla mejor. 
Aunque lo cierto es que la bióloga no es un personaje pensado para empatizar con ella. Es una mujer solitaria e introvertida que disfruta mucho más en un paraje perdido de la mano de Dios que en un centro comercial abarrotado hasta los topes. Como podréis imaginar, la perspectiva de poder perderse en una naturaleza prístina como es el Área X la emocionará más que a ninguna de sus compañeras (aunque ella no es muy de mostrar emociones). Cuidado, no confundáis "solitaria e introvertida" con huraña o desagradable; lo cierto es que es una agradable compañera de aventuras para el lector que, aunque no llegue a cogerle el cariño que se suele tomar a los protagonistas de otras novelas, se morderá las uñas con nerviosismo a la espera de su próximo descubrimiento. 

Un punto que puede resultar un poco caótico al principio es el estilo narrativo de VanderMeer. La novela consta de solamente cinco capítulos bastante largos en los que se entremezclan sin orden ni concierto aparente fragmentos presentes y recuerdos pasados de la bióloga. Si bien esta opción me parece arriesgada y creo que disgustará a muchos lectores, el resultado final me funciona bastante bien puesto que este desorden se asimila a los pensamientos humanos, y dado que se supone que estamos leyendo un diario es perfectamente comprensible que, mientras la bióloga está viendo algo no pueda evitar saltar de un pensamiento a otro y decida plasmarlos en su libreta. 
No obstante, este formato también tiene un gran inconveniente, y es que hace que decaiga el ritmo narrativo y que los capítulos presenten altibajos. Los recuerdos pasados pueden resultar bastante pesados y en algunas ocasiones repetitivos, siendo especialmente tediosos cuando el lector se está tirando de los pelos para descubrir a qué se está enfrentando la protagonista. Y menos mal que la novela tiene pocas páginas, porque esto en un tochazo tipo George Martin habría dado lugar a una historia infumable. Pero dada la breve extensión de la historia y lo interesante de la trama presente, se aprietan los dientes y se lee en diagonal con mucho gusto para seguir con lo bueno. 

Pero, si os decidís a leer esta obra, no lo hagáis por su protagonista, por su sinopsis, por su estilo narrativo o por su escaso número de páginas: hacedlo por su atmósfera. Jeff VanderMeer construye con una maestría impresionante un lugar en el que nada es lo que parece, creando un entorno agobiante y claustrofóbico que hará que el lector avance por las páginas en tensión e incluso con un punto de miedo por lo que pueda encontrar al volver la próxima hoja. Y todo ello sin dejar de ver en ningún momento esa naturaleza prístina de la que nos hablaba inicialmente la bióloga: desconfiaremos de cada brizna de hierba que ella pise y del más insignificante mosquito que aparte con un gesto de la mano. 
El Área X no está construida con palabras, sino con secretos, misterios, engaños y, sobre todo, con lo desconocido. El autor ha hecho un trabajo sublime y demuestra que la ciencia ficción es mucho más que palabrería tecnológica y viajes espaciales, que con talento se puede transformar un simple bosque en algo desconcertante y opresivo. Con su inhóspito espacio, Jeff VanderMeer se posiciona como un escritor al que hay que seguir muy de cerca durante los próximos años (no en vano lleva ya ganados unos cuantos premios con obras que no han visto la luz en España... y seguramente ni la verán con lo poco que gusta la CF en este país). 

¿Recomiendo Aniquilación? Sí y no. Si bien a mí me ha encantado, no creo que sea una obra para cualquiera. Su ritmo irregular y la abundancia de misterios sin respuesta pueden poner de los nervios a más de uno. Sin embargo, si os atrevéis con algo diferente, si buscáis algo que se salga de lo habitual, si queréis una historia que os remueva las tripas como hace tiempo que no os ocurre, leed Aniquilación. Y tened a mano la segunda parte, porque la vais a necesitar. 






miércoles, 2 de diciembre de 2015

La Corte de los Espejos - Concepción Perea



Título: La Corte de los Espejos
Autor: Concepción Perea
Editorial: Fantascy 


La primera reseña que os traigo tras mi crisis de fe es de un libro de fantasía made in Spain. Porque en nuestro país también tenemos buenos autores de fantasía, sorprenda a quien sorprenda (aunque espero que no tome a nadie de nuevas, la verdad). Llevaba con ganas de ponerme con esta novela desde hacía dos años, es decir, desde el mismo momento en que salió al mercado y me entró por los ojos gracias a esa portada preciosa que tiene. 

Sinopsis oficial
TerraLinde, un reino donde las hadas no creen que los humanos existan, una vieja ciudad que fue decisiva durante la Guerra de la Reina Durmiente. Han pasado años desde ese cruento conflicto que dejó tras de sí una paz delicada, una larga lista de rencores y un trono inestable.
Allí viven Nicasia, una knocker del gremio de ingenieros, y Dujal, un phoka demasiado aficionado al riesgo. Ambos llevan años enzarzados en un pulso de poder en el que Marsias, un apacible sátiro dueño de un burdel, trata de mediar como puede. El asesinato de Manx, tutora de Dujal y compañera de armas de Marsias y Nicasia, los obligará a unirse para encontrar a los culpables. Juntos emprenderán una investigación que los llevará desde los bosques de los centauros hasta las montañas de TocaEstrellas, habitadas por los feroces goblins. Y siempre perseguidos por la larga sombra de la misteriosa Dama RecorreTúneles.
Me voy a poner un poco más pesada de lo habitual con el tema de la portada, pero es que no me podréis negar que es una preciosidad. Esos colores oscuros que contrastan de manera tan delicada con la figura femenina que ocupa la parte central; la aparente contradicción que suponen las hojas verdes junto a los engranajes y que, contra todo pronóstico, casan a la perfección. Es uno de los trabajos más cuidados que he visto nunca, y el resultado final es inmejorable. 
Pero si la portada es bonita, la sinopsis no se queda atrás. Nos promete una historia de hadas oscuras, nada de purpurina y movimientos de varita; hadas de las de los cuentos de antaño, las que robaban bebés de sus cunas para comérselos en una noche brumosa. La sinopsis augura misterio, sangre, aventura. ¿Cumple? 
En cierto modo, sí que nos encontramos todos estos misterios. La Corte de los Espejos es una novela coral que nos traslada al ficticio reino de TerraLinde, poblado de toda suerte de criaturas entre las que se encuentra la gruñona Nicasia, una ingeniera malencarada que construye toda clase de curiosos artefactos en el sótano de la posada que regenta. No es aconsejable meterse con ella salvo que uno desee una lluvia de improperios sobre su cabeza y puede que un disparo en el hombro de propina, pero a Dujal eso le trae sin cuidado; le encanta convertir a la knocker en el centro de sus diabluras, cuanto más la haga enfadar, mejor. Pero una de las trastadas de Dujal dará comienzo a una cadena de sucesos que desencadenarán furias que era mejor no haber despertado. Heridas del pasado que volverán a abrirse y obligarán a los dispares protagonistas a hacer un frente común para capear el temporal que se les viene encima. 
La novela comienza con un prólogo que a mí me ha resultado un poco largo, acostumbrada como estoy a que duren como mucho un par de páginas. Francamente, cuando el prólogo se terminó y me encontré con la página que rezaba "Primera parte", me pilló por sorpresa: ya estaba metida en la historia y ni me acordaba de que el prólogo no había acabado. 
Pero el número de páginas del prólogo es lo de menos, puesto que lo importante es que cumple su función: nos presenta a los personajes principales a la perfección y sienta las bases de lo que luego será la trama de la novela. Lo cierto es que está escrito con bastante picardía, ya que tiene un tono bastante inocente que en un principio desconcierta a todo lector que haya leído la sinopsis (sí, esa de la sangre y la oscuridad). Plantea un conflicto sencillo e incluso simplón en el que no vemos ninguno de esos elementos prometidos... hasta el final. Así pues, el prólogo es sencillo y entretenido de leer, ya que aunque sea largo no se hace pesado, y nos deja irremediablemente enganchados y desprevenidos para lo que encontraremos a continuación. 
El cuerpo de la novela propiamente dicha está constituido por una serie de tramas complejas que entremezclan hechos pasados y presentes de una forma tan intrincada que estoy firmemente convencida de que George Martin sentiría envidia. Y esto no es un peloteo porque sí, la cantidad de información que contiene esta historia es brutal y puede llegar a resultar un poco abrumadora. Me sumo a todas esas voces que claman por un glosario, lo cierto es que habría venido muy bien en una novela de estas características y el lector habría estado más centrado en todo momento. Pero sin glosario se puede seguir sin problemas, tampoco vayamos a montar un drama innecesario. La forma en que las distintas tramas de la novela se van conectando poco a poco hasta dar lugar a un único hilo conductor es una gozada, toda pieza acaba cayendo en el lugar que le corresponde por derecho tarde o temprano. 
No obstante, aunque las distintas tramas de la novela y la manera en que casan entre ellas están muy bien, me ha faltado algún elemento que me sorprendiese, un giro inesperado que me dejase con la boca abierta y el corazón desbocado. La historia, si bien entretenida e interesante, es bastante predecible. Con todo el dolor de mi corazón os diré que  las revelaciones son muy elementales y las sorpresas, escasas (mencionando por segunda vez al maestro Martin en lo que va de novela: si no veis el cadáver, no os lo creáis, no hay muerto...). 
Esta ausencia del factor sorprendente hace que las múltiples tramas no se conviertan en la parte más destacada de la novela. Pero tranquilos, que si bien la falta de asombro es un punto en contra, las poderosas descripciones de Concepción lo compensan con creces. Pocas veces me he encontrado con descripciones tan vívidas como las de Concepción Perea. Sin necesidad de párrafos interminables y léxico rebuscado, la autora crea imágenes tan reales que nos veremos sumergidos en la historia queramos o no
Siguiendo un poco con el estilo narrativo de Concepción, me ha recordado a los cuentos de mi niñez, de manera que casa perfectamente con esa concepción (valga la redundancia) arcaica de las hadas como seres oscuros y sanguinarios. No sé si esto ha sido intencionado o fortuito, pero en cualquier caso el resultado final contribuye a crear un cuento antiguo con todas las de la ley. 
Finalmente, los personajes. A lo largo de las páginas de la novela nos encontraremos con gran cantidad de ellos, aunque los que más destacan son los dos que ya os he mencionado: Nicasia y Dujal, dos protagonistas distintos como la noche y el día que en teoría aportan variedad a la historia. Y digo en teoría porque, al menos en mi caso particular, para mí no ha sido así. No he sido capaz de empatizar con los personajes, ni con estos dos ni con ningún otro, me ha faltado una cierta profundidad que me habría hecho abandonar la novela de no ser por sus descripciones y sus tramas. Sé que no debería acabar una reseña destacando un aspecto que me ha decepcionado tanto, pero así están las cosas. Por otra parte, puede que esto sea debido a esa falta de sorpresa de la que os hablaba: estaba convencida de que no les iba a pasar nada "malo", así que me daba un poco igual los obstáculos que tuviesen que superar porque sabía que los iban a acabar sorteando.  
Con sus puntos a favor y sus puntos en contra, La Corte de los Espejos nos asegura un hecho indiscutible: que Concepción Perea es una autora a la que vale la pena seguir de cerca. Su primera obra contiene algunos detalles que habría que pulir, eso es cierto, pero no se nace siendo perfecto y además a pesar de estos pequeños fallos la historia es muy interesante y muy amena de leer. Así que os recomiendo esta lectura a todos aquellos que busquen una novela actual con un sabor a clásico, a los que estén convencidos de que las hadas son criaturas ñoñas, y a quienes todavía piensen que no se puede escribir buena fantasía dentro de nuestras fronteras. Creédme, esta mujer dará que hablar en un futuro.